Santiago de Cuba, 27 jun.— Santa María de Loreto, comunidad montañosa del Consejo Popular Ti Arriba, en el municipio santiaguero de Songo-La Maya, arribará en septiembre a 20 años de electrificación autónoma con energía solar por el Centro de Investigaciones de Energía Solar (CIES).
Denominada por los campesinos “La
Solar”, el sistema provee electricidad a 47 viviendas, más de 200
habitantes y siete objetivos socioeconómicos, entre los que destacan una
despulpadora de café, un consultorio médico y una escuela, además de
farolas de alumbrado público confeccionadas con bombillos ahorradores.
Alexander Hawthorne, director de la escuela local, declaró a la ACN que ninguno de los 16 alumnos se ha perdido una video clase pues no sufren apagones, los medios usados en asignaturas como computación o educación musical funcionan perfectamente en los tres multigrados de preescolar a sexto, agregó el maestro de 30 años de edad.
Julio Ferreiro, responsable de la estación fotovoltaica desde su fundación, resaltó que antes de 1997 la exigua electricidad que llegaba a Santa María de Loreto provenía de una planta mantenida con combustible, solo había un refrigerador y cuatro televisores (tv) Krin 218, todos altos consumidores.
Ahora tenemos 31 tv, 12 refrigeradores, 12 ventiladores, 11 batidoras y equipos de video hay tantos que no los cuento, por lo demás, usan poca energía, enfatizó Ferreiro, líder natural renombrado tras 17 años como delegado de circunscripción.
José Camejo, jefe del Departamento de Electrificación del CIES, dijo que la puesta en marcha de la estación fotovoltaica duró dos meses de enconada faena de especialistas y lugareños, pero valió el esfuerzo porque es el laboratorio más importante del CIES y probablemente no haya otra similar en el mundo, subrayó.
Es totalmente autónoma, el mantenimiento lo hace el propio responsable comunitario, generalmente los especialistas subimos a monitorear como parte de nuestras investigaciones científicas o las tesis de grado, maestrías y doctorados de la Universidad de Oriente, añadió.
La principal necesidad de “La Solar” consiste en mantener niveles aceptables de agua en las baterías, cerradas por tapones recombinantes que dejan pasar gases pero no el líquido donde actúan los electrolitos en densidad de 1.20 kilogramos por litro.
“Julito”, como es llamado afectuosamente el responsable de la estación, resuelve con lluvia recolectada en nailon el requerimiento de agua destilada, pero con la misma calidad, igualmente, siempre ha contado con el apoyo de los residentes en la remota población, distinguida por sus excelentes frutas y cafetales.
Alexander Hawthorne, director de la escuela local, declaró a la ACN que ninguno de los 16 alumnos se ha perdido una video clase pues no sufren apagones, los medios usados en asignaturas como computación o educación musical funcionan perfectamente en los tres multigrados de preescolar a sexto, agregó el maestro de 30 años de edad.
Julio Ferreiro, responsable de la estación fotovoltaica desde su fundación, resaltó que antes de 1997 la exigua electricidad que llegaba a Santa María de Loreto provenía de una planta mantenida con combustible, solo había un refrigerador y cuatro televisores (tv) Krin 218, todos altos consumidores.
Ahora tenemos 31 tv, 12 refrigeradores, 12 ventiladores, 11 batidoras y equipos de video hay tantos que no los cuento, por lo demás, usan poca energía, enfatizó Ferreiro, líder natural renombrado tras 17 años como delegado de circunscripción.
José Camejo, jefe del Departamento de Electrificación del CIES, dijo que la puesta en marcha de la estación fotovoltaica duró dos meses de enconada faena de especialistas y lugareños, pero valió el esfuerzo porque es el laboratorio más importante del CIES y probablemente no haya otra similar en el mundo, subrayó.
Es totalmente autónoma, el mantenimiento lo hace el propio responsable comunitario, generalmente los especialistas subimos a monitorear como parte de nuestras investigaciones científicas o las tesis de grado, maestrías y doctorados de la Universidad de Oriente, añadió.
La principal necesidad de “La Solar” consiste en mantener niveles aceptables de agua en las baterías, cerradas por tapones recombinantes que dejan pasar gases pero no el líquido donde actúan los electrolitos en densidad de 1.20 kilogramos por litro.
“Julito”, como es llamado afectuosamente el responsable de la estación, resuelve con lluvia recolectada en nailon el requerimiento de agua destilada, pero con la misma calidad, igualmente, siempre ha contado con el apoyo de los residentes en la remota población, distinguida por sus excelentes frutas y cafetales.
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